Título
Autor/ra
Fotografía
Espacio/Tiempo

comúnaño.

domingo, 18 de mayo de 2014

Ludotopía


Si yo tuviera un planeta, como esas ciudades que tenía Calvino o munditos como los de los cronopios o los famas de Cortazar, sería habitado por niños adultos. Gente muy simpática y sensible que se vestiría bien con lo que más le gusta.
Ellos tendrían garantizadas dos horas por día para jugar, dos para hacer música, dos para pintar y otras dos para actuar. Pero si un día quisieran hacer solo una de esas actividades o ninguna, podrían.
Siempre tendrían tiempo para besar pero sólo si es con amor.
Habría mucha libertad de horarios, de ganas, de expresión, de sueño. Y no existiría la violencia a menos que fuera en un acto de cariño.
Se tomaría mate amargo para bajar el exceso de azúcar y se viajaría mucho para aprender a extrañar y a valorar las distancias.
El saludo sería siempre con abrazos y la sinceridad sería la norma. El cuidado al otro constituiría la base de su existencia y la tristeza sería siempre vista como la posibilidad de acercarse y comprender al triste. Lo compartido siempre estaría bien visto y lo perverso nunca sería real.
Cada cambio generaría un desafío interesante y el entusiasmo se volvería un virus muy contagioso.
Mi mundo crecería a la par de cada uno de sus habitantes, atravesaría crisis y momentos de plenitud varias veces en su vida.
Aprender sería el objetivo último para todos y las puestas de sol un momento de recreo impuesto por nadie.
Allá es dónde hay caricias y comida para el que necesite y nadie quiere tener más.
Donde saben que yo los creo pero también que ellos me crean a mí. Entonces nos tratamos por igual y nos encanta.
Siempre nos reímos mucho de nuestras cursilerías y programamos torneos de humor ácido para no hartarnos de nosotros mismos.
Nosotros no nos casamos ni tenemos familias porque la unidad económica básica la constituimos entre todos. Tampoco existen los contratos porque allá el que promete cumple por inercia.
Cuando llega la muerte, nuestros funerales son fiestas largas en las que primero lloramos la ausencia y después festejamos el viaje a lo desconocido del valiente que se fue. Dibujamos su vida en una historieta, la escribimos en una novela o la filmamos en una película para el archivo permanente nostálgico que guardamos en nuestra biblioteca pública.
Nosotros también convivimos con fantasmas y otros seres fantásticos que nos ayudan en los viajes y nos enseñan a percibir distinto.
Cuando aparece una duda la detectamos con un aparatito y nos ayudamos a resolverla en el momento.
Acá la música es de nuestro mundo, las palabras renacen en cada otoño y la belleza es invisible pero igual de perceptible que en cualquier lado.
Hay cinco días de invierno en los que nieva y se toma chocolate frente a las chimeneas que todos tienen por ley; dos meses de otoño para pisar crocantes hojas secas; cinco de primavera para enamorarse (sin alergias); y tres meses y veintitrés días de verano para aventurarse en lo que pinte con becas que regala el estado de las cosas.
Existen muchos lugares hermosos para recorrer con paisajes específicos que combinan colores de forma deliberada. Algunos, además de un clima particular, tienen un estado de animo que lo tiñe todo. Las visitas a esos lugares nunca son guiadas pero siempre los recorridos son elegidos con inteligencia. Cuando te perdés podés reencontrar el camino lamiendo las hojas de los árboles y siguiendo el sabor que más te gusta en ese instante.
Acá no hay Hollywood porque no hace falta, tampoco monumentos. Lo que sí hay son estatuas pero ninguna tiene forma humana. En nuestra tierra se venera sólo a los personajes literarios, se premia a todos con sorpresas y nuestra mayor virtud es la imaginación. De hecho, cuando llega alguien de otro lugar casi siempre es para aprender a volar. Aunque la mayoría se decepciona cuando les explicamos que no somos seres literales.


www,fb.com/hechoenlibertad


Te invitamos a compartir este comuntxt. Es muy sencillo! Simplemente haciendo clic en el icono de tu red social favorita, aquí debajo. De esta manera colaboras para que el material se difunda y más personas publiquen por este medio. Si te interesa participar envianos un correo a comuntxt@gmail.com . 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

comúntxt.

1. adj. Que, no siendo privativamente de nadie, pertenece o se extiende a varios.

2. adj. Corriente, recibido y admitido de todos o de la mayor parte.

3. adj. Ordinario, vulgar, frecuente y muy sabido.

4. adj. Bajo, de inferior clase y despreciable.