Me encantaría empezar este
párrafo con una frase armada tan buena como esa que dice y todo paso muy
rápido… pero no. No paso rápido… lo que sucedió es que no sé ni cómo ni cuándo.
El caso es que la comida ya
estaba en camino, sus manos estaban sucias, las mías nerviosas. Se alejo de la
mesa para ir hasta el baño, con mis dedos tome el crayón y el resto salió solo.
El mensaje ya había sido dado… pero mi falta de valentía no lo dejo en total
evidencia y tuve que poner su plato por encima. No sé realmente cuanto tiempo
tardó… lo que si se es que sus ojos buscaban deliberadamente hacer contacto con
los míos y yo los escondía por sentirme totalmente desnuda y en evidencia.
Unos cuatro días muy lindos
estaban llegando a su fin, y esas poquitas letras no podían salir de mi boca.
El caso es que lo hacía casi desde siempre y que incluso ese fin de semana lo
había amado más que nunca… pero el silencio seguía fiel a su magnífico
protagonismo… hasta que, hasta que, hasta que tuve esa suerte de salir del
cuadro y mirarnos. Es increíble el poder hacer esto. Y resulta que sí… mientras
lo veía, me veía, nos veía… el cuadro era realmente hermoso. Tenía toda su
espalda a mi disposición y de hecho puede que haya sido todo su cuerpo y
mientras mi mano iba y venía en una caricia sin fin de mi boca salió el te amo
más esperado de mi vida.
Nuestras conversaciones al
respecto son muy divertidas. Definir un sentimiento es algo tan difícil que
ninguno de los dos pretende hacerlo sin sentir que su vida cambia
significativamente, por eso es relajante.
Luciana Breide
Te invitamos a compartir este comuntxt. Es muy sencillo! Simplemente haciendo clic en el icono de tu red social favorita, aquí debajo. De esta manera colaboras para que el material se difunda y mas personas publiquen por este medio. Saludos y muchas gracias. :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario